
Durante su embarazo, su propia salud y la salud de su bebé son de suma importancia. Hay tantos cambios por los que atraviesa su cuerpo que puede ser difícil encontrar el alivio del dolor y la tranquilidad que anhela una futura madre.
Afortunadamente, quiroprácticos que se especializan en cuidado prenatal tienen muchas herramientas en su arsenal para hacer que su viaje de embarazo sea más cómodo física y emocionalmente. Estas son algunas de las razones más importantes para visitar a un quiropráctico durante el embarazo.
#1: Reducir el dolor durante el embarazo y el dolor posparto
Los quiroprácticos se especializan en aliviar el dolor provocado por la desalineación de la columna, la presión sobre las articulaciones y otras causas de dolor de cuello, dolor en la columna lumbar (es decir, la parte inferior de la espalda) y problemas similares.
La necesidad de este tipo de atención ciertamente se aplica a las mujeres embarazadas, más de la mitad de las cuales experimentan algún tipo de dolor de espalda durante sus 40 semanas de embarazo. Esto puede ser el resultado de cómo el peso de un bebé por nacer altera la postura natural de la mujer.
Si su médico le da el visto bueno, puede visitar a un quiropráctico durante y después de su embarazo para aliviar problemas como dolor de espalda, dolor de cadera, dolor muscular, dolores corporales y rigidez en las articulaciones, por nombrar solo algunos. Incluso después de dar a luz, puede reunirse con un quiropráctico para recibir un ajuste posparto. ¡La alineación saludable de la columna vertebral es buena tanto para la madre como para el bebé antes y después del nacimiento!
#2: Reducir los síntomas comunes del embarazo
Los quiroprácticos pueden hacer más que solo ayudarlo con su dolor. Las náuseas, la hinchazón y el reflujo ácido son síntomas comunes que experimentan las mujeres embarazadas. Críticamente, todos estos problemas están relacionados hasta cierto punto con su sistema nervioso central.
Los ajustes quiroprácticos pueden aliviar parte de la presión nerviosa que el embarazo ejerce sobre su cuerpo. Al reducir esta presión nerviosa, la atención quiropráctica puede ayudar a que su sistema endocrino (es decir, la parte del cuerpo que regula sus hormonas) se acerque a su estado normal. Esto, a su vez, puede reducir potencialmente la cantidad de vómitos, reflujo ácido u otros síntomas problemáticos que experimente como resultado de su embarazo.
#3: Mejorar la posición del bebé
Como madre, es probable que esté más preocupada por la seguridad y la comodidad de su bebé que por la suya propia. Ese es otro aspecto del embarazo con el que los quiroprácticos pueden ayudar.
Dar a luz a un bebé con los pies por delante o de nalgas plantea una serie de preocupaciones de seguridad para un parto saludable. Las sesiones semanales en los últimos dos meses de embarazo pueden mejorar la alineación pélvica, lo que en consecuencia le da al bebé más espacio para moverse.
Con más espacio dentro del útero, el bebé tiene más posibilidades de adoptar la posición adecuada con la cabeza primero para el parto antes del nacimiento mismo.
#4: potencialmente tener una entrega más corta
La atención quiropráctica durante el embarazo puede reducir potencialmente el tiempo de trabajo de la madre en una cuarta parte o más. Esto probablemente se deba a que, como se describe en la sección anterior, los ajustes quiroprácticos pueden restaurar la alineación adecuada de la región pélvica de una mujer.
Un mejor equilibrio pélvico disminuye el nivel de constricción en esa región del cuerpo. Esto le da al bebé la capacidad de pasar por el canal de parto con menos dificultad y un tiempo de parto más corto que si la madre no hubiera recibido atención quiropráctica.
Además, la atención quiropráctica puede mejorar la salud de su sistema nervioso. Dado que la comunicación nerviosa está directamente relacionada con las contracciones de una mujer durante el trabajo de parto, un sistema nervioso más saludable puede aumentar sus probabilidades de un trabajo de parto más rápido y seguro.
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